La única forma de vencer la pereza y dejar de procrastinar
Sabemos bien que tener las condiciones ideales para trabajar en algo con gran motivación y entusiasmo claro que es muy agradable. Qué no hubiera obstáculos de antemano cuando estábamos haciendo nuestro trabajo. Pero ningún éxito en la vida se logra muy cómodamente. Si prestaste atención, la gran mayoría de los trabajos que son muy útiles para nosotros siempre son aburridos y agotadores.
Posponiendo un trabajo tedioso solo nos engañamos a nosotros mismos si esperamos que nuestro entusiasmo y nuestra energía lleguen . Porque con toda probabilidad, ese entusiasmo nunca llegará, e incluso si seguimos así, nunca alcanzaremos nuestros objetivos. Además, esas cosas se convertirán en una carga pesada en nuestros cerebros y crearán un estrés adicional. Entonces, cuanto más posponemos un trabajo, es más probable que estemos haciendo un trabajo diez veces más pesado, y es una gran angustia para nosotros.
Si tienes un negocio que necesitas hacer en breve ahora, debe hacerlo ahora o nunca. No olvides esto; Tenemos que preocuparnos por tener éxito, tenemos que gastar energía para que esta energía nos llegue como éxito.
Obligarnos a hacer un trabajo sin motivación se llama autodisciplina. La autodisciplina es como un músculo, necesitamos ejercitarlo constantemente. A medida que hacemos ejercicio, también se desarrolla y después de un tiempo comenzamos a hacer más trabajo pesado y aburrido, aunque no queremos hacerlo. El mayor mérito de las personas sin pereza, trabajadoras y exitosas es que su autodisciplina es más fuerte que la de otras personas, y trabajan durante muchos años para que sea aún mejor.
La única forma de desarrollar la autodisciplina es esforzarnos por establecernos un objetivo. Por ejemplo, digamos que, en lugar de establecer que la alarma del despertador suene cada 2 minutos 5 veces es mejor establecer una hora determinada y prometerte a ti mismo que te levantarás exactamente cuando suene la alarma y no te quedarás descansando en la cama.
Tras 2-3 semanas podemos pasar a cosas más complejas. Por ejemplo, dejar de comer alimentos dulces o dañinos, tomar una ducha fría, e incluso oblígarte a dejar de fumar.
Desarrollando nuestra autodisciplina de esta manera, hacer cualquier trabajo tedioso y aburrido para nosotros ya no dependerá de nuestro entusiasmo y motivación. De esta manera, no estamos abordando nuestros asuntos con nuestros sentidos, sino con nuestra lógica, y aprendemos a iniciarlos a tiempo y terminarlos a tiempo. Así podemos vencer la pereza que nos impide meditar, hacer deporte y etc.
